En esta era de desarrollo tecnológico desbordante, en donde a un solo “click” se encuentra un mundo de información concerniente a casi cualquier cosa que se desee saber, conocer o hacer, parecería innecesario el hecho mismo de la lectura; ya que basta con abrir una página, leer a medias el contenido, copiar y pegar lo que a nuestra percepción es relevante y ahí terminar el proceso. Se ha perdido el instinto investigador que caracteriza al ser humano de ciencia, indagar cuál de esas 3,869 posibilidades que nos proporciona el motor de búsqueda de por ejemplo google, es fidedigna, y no solo es la apreciación subjetiva de alguien más, o la copia de la copia de la copia de alguien más; reconocer, si por lo menos, es un artículo escrito por algún investigador de alguna universidad que nos asegure que su interpretación está sustentada a el método científico, que es el paradigma actual en el que estamos inmersos y que nos posibilita a generar nuestras propias conclusiones que están sujetas a su vez a nuestro propio desarrollo intelectual, psicosocial.
Hagamos uso del internet…si… pero solo como lo que es una herramienta más, y no como la única fuente de información en la cual apoyarnos.
Mtro. José Luis García Morales